La llegada de un bebé siempre supone un trastorno, tanto en el buen sentido como en su vertiente menos agradable. A los lógicos momentos de alegría, y tras los lógicos trámites, hay que sumar que la casa se pone patas arriba y que, cuando hablamos del primer hijo, hay que adaptarse. La economía de casa con un bebé también supone un cambio, ya que hay que realizar una gran cantidad de gastos. ¿Cómo puede sobrellevarse esta situación?
Momentos de cambios en casa
El anuncio de un embarazo siempre es motivo de gozo, pero desde ese momento comienza la cuenta atrás para ponerlo todo en marcha. En el caso de segundos hijos y sucesivos todo es más sencillo, se sabe cómo es el proceso y se aprovechan artículos del primer hijo. Principalmente el carro, la silla ligera y la del coche. Pero también mucha ropa y menaje, como vajillas, calientabiberones o el moisés.
Cuando nos enfrentamos a ser papás y mamás por primera vez la cabeza comienza a hacer números. Por ejemplo, un conjunto de trío, compuesto por carro, capazo y silla, puede llegar a rondar los 1000 euros. Un desembolso importante al que hay que unir la cuna, la ropa, artículos de baño… Una suma y sigue que supone mucho agobio.
Pero obviamente a todo esto se sobrevive. Adaptar la economía doméstica a la llegada del bebe supone hacer compras inteligentes, bien planteadas y, sobre todo, dejándose asesorar bien. Los padres y madres que reciben a un hijo por primera vez se encuentran muy perdidos, y la visita al centro comercial o a una tienda no deja de ser un inconveniente. Piensan que todo es necesario, cuando realmente no es así. Pero vamos a profundizar en cómo se puede organizar la economía en casa con la llegada de un bebé.
Comprar mejor no es comprar más
Nuestra primera recomendación es aprovechar el momento del embarazo para hacer un buen estudio de lo que nos va a hacer falta. Puedes sorprenderte con la gran diferencia de precios que hay entre unos artículos y otros sin que la diferencia de calidad sea notable. Probablemente, la inversión más elevada sea el trío, pero puedes encontrar diferencias notables de precio si sabes buscar bien. Las opiniones de los que han comprado antes que tú suelen tener mucho valor, no las deseches.
Hay muchos artículos que no son necesarios en absoluto. Cada uno se crea una necesidad diferente, sin embargo, los padres y las madres que lo son por primera vez están muy desorientados, y compran cosas que, puede que no les hagan falta. Por ejemplo, ¿es necesario un termómetro para la bañera? El sentido común nos dicta que has de meter al bebe en un agua en la que podrías meterte tú y permanecer sin problemas. El método del codo sigue funcionando. Y como este hay multitud de buenos ejemplos, como el famoso contenedor de pañales. Mejor envolver el pañal en una bolsa y depositarlo en la basura.
Si no tienes inconveniente, el mercado de segunda mano puede ser una gran opción si tu presupuesto es limitado. También requerir la ayuda de amigos o familiares, siempre hay alguien que no tendrá problemas en prestarnos un carro, la cuna o mucha ropa. Piensa, además, que una vez que tu criatura va pasando de etapa, y no hay previsión de más descendencia, puedes recuperar la inversión vendiendo eso que no te haga falta. Siempre hay demanda de artículos para bebés, así que visita las plataformas de segunda mano y sorpréndete con todo lo que puedes llegar a colocar allí.
La hora de comer
La alimentación también es uno de los asuntos en los que se va a gran parte del presupuesto de la economía de una casa con un bebé. Si los padres lo deciden y es posible, la alimentación natural con leche materna supone un importante ahorro. Para comenzar, se trata de un alimento que está siempre disponible y a la temperatura deseada.
Seguir las recomendaciones del pediatra darán las pautas a seguir, pero si has de alimentar a tu hijo o a tu hija con leche de fórmula, piensa que aquí puedes ahorrar bastante dinero. En un principio irás probando diferentes marcas, no todas pueden ser del agrado de tu bebé, pero como ocurre siempre, no las más caras son ni las mejores ni las que le vayan a gustar. Y estas leches suelen encontrarse más caras en las farmacias que los supermercados, así que aprovecha cualquier oferta que veas para comprar grandes cantidades o promociones del tipo 3 × 2.
Sin embargo, a partir de los 6 meses los bebés ya puedes comenzar a complementar esa alimentación con otra. Llegan las frutas, las verduras, los cereales y carne y pescado. Es decir, desde ese momento puede producirse un ahorro importante porque la comida de tu bebé no va a diferir mucho de la que comáis los papás. Las comidas que haces en casa para tu bebé cunden mucho, ya que puedes elaborar grandes cantidades de una sola vez he ir conservando en el congelador. Invertir una tarde cocinando siempre es un ahorro que merece la pena.
Higiene y aseo del bebé
Evidentemente, uno de los gastos más relevantes en la economía de la casa con bebé es el de los pañales. Piensa que esta inversión puede prolongarse hasta los dos años y medio, y no deja de ser uno de los gastos más abultados en casa. Con los pañales ocurre como con otro tipo de productos, debes encontrar aquellos que a tu bebé le sienten bien, que no le provoquen irritaciones y que consigan absorber los desechos. Siempre es cuestión de ir probando marcas, puede llegar a sorprenderte de que los pañales del supermercado son realmente eficaces y suponen un ahorro bastante considerable.
Pero también recuerda estar atento a las promociones que van saliendo. Comprar pañales en grandes cantidades siempre es un acierto, porque tu bebé no va a crecer tan rápido como para que os tome la delantera con los que ya tengáis comprados. Recuerda, la promoción del supermercado siempre es algo que debes aprovechar.
Cuando un bebé llegue a casa, los amigos les regalan cosas, muchas veces sin preguntar. Pero en otras ocasiones, nos comentan que quieres que compremos al bebé. No lo dudes, los pañales son siempre una compra que los padres agradecen. Un regalo muy agradecido y que puede aliviar la economía de casa durante un tiempo.
La hora de jugar y de vestirse
Es evidente que un niño conoce el mundo que le rodea con el juego. No es necesario que inunde la casa de juguetes, son un gasto bastante elevado, ocupan mucho espacio y crea una sensación de necesidad en los niños que les hace ir demandando cada vez más. Puedes llegar a sorprenderte que muchas veces se entretiene con los objetos más insospechados, y no con los juguetes. Contenerse en la compra de este tipo de artículos supondrá que la economía de casa se mantenga bien.
Con el tema de la ropa ocurre algo similar. Lo bueno es que muchos de nuestros amigos y familiares nos van a regalar bastante, también podemos heredar de algún familiar cercano que ya no le haga falta. Piensa también que en los primeros meses la ropa habitual de un bebé suelen ser pijamas y conjuntos económicos para estar por casa. Hay conocidas firmas comerciales que ofrecen packs muy interesantes a un precio económico. Piensa además que esta ropa no va a durar mucho tiempo, el ritmo de crecimiento de un bebé es bastante alto.
¿Qué hacer para no descuidar la economía de casa?
Primero, pensar que no se acaba el mundo y que siempre se sale adelante. Un bebé en casa siempre es un gozo. Si es necesario, los meses previos habrá que establecer algún plan de ahorro para que la llegada del bebé no descuadre nuestras cuentas. Incluso quizás es un buen momento para buscar otro tipo de actividades que ayuden a completar la economía doméstica.
Por otro lado, aplicar el sentido común y comprar con bastante cabeza ayuda a que la economía en casa no suponga un problema. Anticiparse a las compras, pedir prestado o buscar en el mercado de segunda mano son siempre opciones a tener en cuenta.
En todo caso, recuerda que un préstamo rápido siempre supone una ayuda para aquellos momentos en los que lo necesitamos. Dispones de gran cantidad de operadores a tu disposición que pueden ofrecerte interesantes propuestas. Elegir bien, tu primer préstamo puede ser sin intereses, te ayudará a ahorrar dinero. Así podrás abordar la llegada de tu criatura con un colchón que siempre viene bien. La economía de casa con un bebé podrá seguir su marcha sin contratiempos.