Realizamos multitud de compras cada día con nuestras tarjetas bancarias, estas pueden ser con el propio plástico o hechas con dispositivos digitales. Ya sea móviles o reloj. Sin embargo, un cargo no autorizado en nuestra tarjeta puede suponer un inconveniente. Vamos a conocer las claves para actuar de manera correcta y no incurrir en errores que puedan implicar la situación.
¿Qué es un cargo no autorizado?
Es aquel que la persona no ha realizado, y por tanto, se trata de una transacción fraudulenta. Un cargo no autorizado no es aquel con el que no estamos de acuerdo. Por ejemplo, si estamos disconformes con nuestra compañía telefónica y devolvemos un recibo que consideramos injusto o no apropiado, no estaríamos hablando de cargo fraudulento. Conviene hacer hincapié en este sentido, ya que en estos casos, antes de proceder a la devolución del recibo, debemos comunicarnos con la empresa emisora para aclarar los términos de dicho cargo.
Un cargo no autorizado se produce si nos han robado la tarjeta, o mediante un sistema de hackeo o phishing con el cual pueden acceder a la información de la tarjeta. Es muy habitual si no tomamos las medidas de seguridad oportunas o compramos en páginas creadas para estafar. Tomar todas las precauciones posibles es la mejor de las defensas.
Alarmas para identificar un cargo no autorizado
En los casos de cargos fraudulentos, es muy común que sea el propio banco quien avise al cliente de que algo raro ha pasado. Te llaman de la oficina preguntándote si has sacado unos billetes de avión para ir a Nueva York, o si has comprado una buena cantidad en criptomonedas. Tras la habitual sorpresa, no conviene alarmarse ni actuar de manera ilógica. La propia entidad se hará cargo si se desconocen las compras, ya que los seguros asociados a las tarjetas se hacen cargo de este tipo de inconvenientes. Incluso el propio banco avisa al cliente antes de hacer el cargo en la cuenta porque sospecha que algo no cuadra.
En el caso de que el cargo se haya producido, antes que nada has de interponer la correspondiente denuncia ante los funcionarios de Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil o Policía Autonómica. Poner la denuncia es un requisito necesario, ya que la entidad bancaria la necesitará para poder reclamar ante el seguro por esos cargos. Aunque sufrir un cargo no autorizado siempre es un inconveniente, las compañías de seguros se hacen cargo de la cantidad sustraída.
¿Cómo evitar estos cargos?
Puedes adoptar unas medidas sencillas que te ayudarán a protegerte y con los que podrás evitar sufrir estos inconvenientes.
- Navega por páginas seguras, las reconocerás por el símbolo del candado en la barra de direcciones y por contar con el protocolo https.
- No hagas caso a correos electrónicos o SMS de remitentes desconocidos en los que se apremia al pago de una multa, se solicita recoger un paquete o se indica que somos herederos de una cantidad de dinero importante.
- Cuando efectúes compras por internet, puedes hacerte con una tarjeta virtual que recargues con la cantidad que necesitas para efectuar esa compra. Así, cuando no lo uses, tendrá saldo cero y nadie podrá sustraer nada.
Si te notifican sobre un cargo no autorizado en tu tarjeta, conserva la calma, pon la denuncia y adopta las medidas de protección más habituales.