Un préstamo hipotecario es la opción más tangible para alcanzar el sueño de tener un inmueble en propiedad. Conseguir una hipoteca no es un proceso fácil, se requiere mucha documentación, por lo cual hacerlo lo más cómodo y sencillo posible ha de ser nuestro objetivo. En este artículo vamos a descubrir cuáles son los mejores trucos para conseguir una hipoteca que dé solución a lo que necesitamos.
Mercado hipotecario en España
En nuestro país siempre ha existido una clara cultura de la propiedad. En contra de lo que ocurre en otros países, en los que el mercado del alquiler se dinamiza mucho, la vivienda en propiedad es lo que manda aquí. El inicio del boom inmobiliario, a principios del año 2000, supuso que se abriera la búsqueda masiva de hipotecas, y no siempre a un coste asumible para el interesado.
Cómo son las hipotecas en España
Podemos encontrarnos con 3 tipos de hipotecas, las de interés fijos, las variables y las mixtas. En nuestro país predominan las de tipo fijo.
Una hipoteca de tipo fijo es la concesión de un préstamo para comprar una vivienda en las que el interés queda previamente pactado y no varía. Por tanto, la cuota del préstamo siempre es la misma durante todo el proceso en el que la hipoteca se encuentra vigente.
Una hipoteca variable viene referenciada por el Euríbor, que es un indicador que varía. Desde enero de 2016 se ha movido en terrenos negativos, pero la alta inflación y los diferentes conflictos geopolíticos la han llevado al positivo en el segundo trimestre de 2022. Una hipoteca variable se revisa cada 12 meses, y dependiendo del Euríbor, la cuota sube o baja.
Por último, las hipotecas mixtas son aquellas que durante los primeros años de vigencia están en interés variable y posteriormente pasan al fijo. Es el producto perfecto para aquellas personas que desean amortizar rápidamente ese préstamo y en España no tienen una cuota amplia de mercado.
Tanto en hipotecas variables como mixtas, como la cuota puede llegar a subir, conviene tener en cuenta la capacidad de endeudamiento. Las de tipo fijo dan la tranquilidad de saber que en cada momento se va a pagar lo mismo.
¿Compra o alquiler? El dilema de quien busca vivienda
Tal y como hemos dicho, España es un país con una cultura de compra. Pero no tiene por qué ser la opción más recomendable. La adquisición de una vivienda en propiedad supone tener ya unas raíces en un sitio concreto, aquel en el que se encuentre la vivienda. Pero el mercado laboral es ahora más dinámico que nunca y nos movemos por el mundo con mucha facilidad. Por tanto, el alquiler puede ser la opción que necesites para poder vivir con comodidad y sin ataduras.
En el caso de tener claro que la vivienda ha de ser en propiedad, conseguir la mejor hipoteca es el objetivo prioritario para que no tengamos que pagar de más y encontremos un producto adaptado a nuestras necesidades. No dejes nunca de pensar que se trata de un producto a largo plazo.
Hay una opción intermedia que está empujando muy fuerte en España, se trata del alquiler con opción a compra. Es una manera de mezclar lo mejor de cada sistema para que puedas tener el inmueble que necesites en las mejores condiciones.
5 trucos básicos para conseguir una buena hipoteca
Como con cualquier producto bancario, tomar la contratación de un préstamo hipotecario ha de realizarse siempre con mucha calma. Conviene tener en cuenta que se trata de un producto a largo plazo, ya que el tiempo medio de una hipoteca en España está en torno a los 25 años y tiene un capital de 136.000 €. La comunidad autónoma en la que una hipoteca se paga con más facilidad es Asturias, puesto que la tasa de endeudamiento se sitúa en una media del 22 %.
Dedicar tiempo a la búsqueda y comparar
Encontrar la hipoteca perfecta para el inmueble que deseamos es cuestión de dedicar tiempo y sondear todas las ofertas existentes. La totalidad de las entidades bancarias españolas ofrecen productos hipotecarios adaptados a lo que va demandando la sociedad.
Por ejemplo, la típica hipoteca española es a tipo fijo, si bien el esfuerzo de los bancos se está centrando ahora en favorecer la contratación de hipotecas variables y mixtas, que están sometidas a las fluctuaciones de interés y les reportan mayores beneficios.
Siempre lo más ocurrente y práctico es recurrir a la entidad bancaria en donde tengas domiciliada la nómina, ya que las condiciones serán más favorables. Pero también conviene recordar que un préstamo hipotecario supone también mucha negociación.
Es decir, si la hipoteca que te ofrece tu banco no te resulta adecuada, siempre se puede sondear la posibilidad de ajustar mejores condiciones. O bien, en casos más drásticos, estudiar las ofertas de otros bancos, porque el ahorro puede ser muy importante. Eso sí, el banco en el que contrates la hipoteca te ofrecerá esas condiciones pactadas si contratas algunos productos o domicilias la nómina.
No solicitar más dinero del que haga falta
La carga de una hipoteca es importante y además hay que tener en cuenta otra serie de gastos asociados que son inevitables, como los de la notaría, el registro o la realización de algún tipo de reforma en el nuevo inmueble.
Nunca es conveniente pedir más dinero del que haga falta, porque se nos puede terminar atragantando y suponer un problema añadido a la contratación. Para ello hemos de dedicar el tiempo suficiente a hacer las cuentas precisas, y no caer en la tentación de pedir más dinero del que debemos.
Esto es algo que ocurrió en los momentos previos a la crisis inmobiliaria que padecimos hace más de una década. La contratación de hipotecas por aquel entonces era muy sencilla y muchas personas animaron la situación para aprovechar y realizar la compra de algún vehículo o costearse unas vacaciones. Finalmente, cuando el sistema se derrumbó, estas personas pasaron verdaderas dificultades para poder sanear las cuentas. Este tipo de errores pasados debe servir como lección para que, a la hora de conseguir la hipoteca perfecta, tengamos muy claro qué es lo que necesitamos y cómo vamos a pagarlo.
Reducir la tasa de endeudamiento
Ya hay algunas entidades capaces de financiar el 100% del precio de la vivienda, pero si mostramos unas cuentas saneadas será mucho mejor para nuestros intereses. El tener deudas pendientes o soportar una carga elevada de endeudamiento supone una barrera prácticamente infranqueable a la hora de contratar una hipoteca. Si tu proyecto es el de contratar una hipoteca a unos años vista, aprovecha el tiempo que tienes por delante para reducir tu tasa de endeudamiento, esto te permitirá presentar mejores cuentas al banco y asegurarse la hipoteca perfecta.
Si deseas conseguir un dinero extra para ir eliminando tus deudas poco a poco, aquí te dejamos una serie de ideas prácticas que puedes poner en marcha. Todo sea con el objetivo de poder vivir con tranquilidad.
Plazo y cuota
Aquí nos encontramos con una especie de dicotomía, la razón es muy sencilla. Si escogemos una cuota elevada para tratar de amortizar lo antes posible el préstamo hipotecario, podemos tener el problema de no poder hacer frente a las cuotas o a cualquier imprevisto.
Siempre es preciso tener presente que a una hipoteca no hay que destinar más del 30 % de nuestros ingresos. Al contrario, si la cuota es bastante pequeña y nos resulta cómoda, al finalizar la hipoteca nos daremos cuenta de que hemos pagado muchísimos intereses.
Encontrar el equilibrio adecuado que permita ir amortizando capital pendiente sin que suponga un esfuerzo demasiado fuerte es la solución perfecta. Y aquí volvemos al punto anterior, siempre es mejor asegurarse una serie de ingresos extra para conseguir que el pago de la cuota de la hipoteca no suponga más esfuerzo del necesario.
Asesorarse bien antes de firmar nada
Como ocurre muchas veces con la terminología bancaria, esta suele ser compleja y poco clara para aquellas personas que no tienen los conocimientos suficientes. Por tanto, hay que dedicar el tiempo que sea preciso a leer toda la documentación antes de la firma de la hipoteca.
En el banco podrán explicarte todo aquello que deba saber y que resulte complicado. Si por cualquier causa necesitas una segunda opinión, un abogado especializado en derecho bancario o inmobiliario te resolverá cualquier duda sobre el contrato por una cantidad de dinero que no será demasiado elevada, y que siempre se verá recompensada.
Ahora, a conseguir tu hipoteca
Todos estos consejos para conseguir una buena hipoteca han de complementarse siempre con el sentido común. En nuestro país hemos pasado por bastantes problemas con malas decisiones que en su momento tuvieron quienes contrataron una hipoteca. Por tanto, conviene abandonar la prisa, ser consciente de la situación personal y económica de quien desee contratarla y afrontar el proceso con la calma suficiente.
Las prisas o tratar de actuar más con el corazón que con la cabeza no son buenos compañeros de viaje. Por tanto, a la hora de conseguir la hipoteca perfecta conviene siempre hacer números, comparar adecuadamente entre toda la oferta y tener muy presente de que se tratara de un producto para toda la vida.